De regreso a Tobes.
Paseo aéreo y vía láctea.
Llegamos tarde, más de lo que hubiera deseado ya que por la falta de tiempo algunas cosas que quería hacer como un time lapse al atardecer se quedó en el tintero.
Al llegar nos sorprendió los coches aparcados, más gente sobre todo aficionados a la fotografía habían acudido a hacer lo mismo que nosotros, gente amable y maja.
Recorrimos de nuevo el pueblo, exploramos sus subterráneos en busca de cambios sustanciales, todo parece seguir igual, es de agradecer. El atardecer del verano y su tranquilidad, la banda sonora de la naturaleza en su apogeo ante la falta de actividad humana nos acompañaron en nuestro paseo.
Paz, calma, tranquilidad absolutas, un paisaje bucólico bañado por los dorados rayos de sol que comenzaba su declive, acompáñame en esta jornada desde la tierra, al cosmos....
El dron me había llegado esa semana, lo volé para comprobar que volaba y funcionaba (soy neófito en este ámbito aún), después en un espacio abierto para tratar de hacerme un poco al manejo y despues ya aquí, en Tobes. El canal esta recien creado, ya iré subiendo contenido e ideas nuevas. Gracias por suscribirte o dejar un comentario.
Pasemos a la fotografía... acompáñame de la tierra... al cosmos.
Desde el suelo, el paso de los años no quiebra la fantástica porcelana solamente unas marcas de óxido, testigos de que todo es volátil y de que nada es eterno.
Tierra removida reciente, animales o sujetos en busca de un algo...
Una de las pocas puertas que aún se conservan, admirando el paso de los decenios...
Sus calles, tranquilas, en paz, donde una vez hubo actividad, donde los vecinos conversaban y compartían sus vivencias.
Las ventanas, situada en un segundo piso sin un entresuelo, se observa perfectamente a ras de calle.
La Iglesia siempre imponente y siempre expectante, observando a cada curioso que se acerca por el lugar desde los ojos de su campanario.
Sus calles algunas engullidas por la vegetación, pero pocas, alguna edificación conserva su cubierta....
Un interior, vigas de madera sustentan techo quebradizo.
En el exterior de la misma, el sol corre raudo a su destino...
Comencemos a subir, poco a poco nos iremos elevando desde sus calles...
Los edificios nos dejan ver la desnudez de su interior, belleza en estado puro, decadencia sublime que nos evoca a épocas pasadas.
La Iglesia al fondo, los ojos del campanario nos observan, recuerda que eres forastero en la paz de su quietud.
Elevémonos a ver qué es lo que la iglesia puede ver a través de los arcos de sus ojos.
Más arriba aún, se perfilan unas líneas que dibujan.... lo que antaño tuvo vida.
Bienvenido a la orilla del océano cósmico, como dijo Carl Sagan, nuestra inmensa vía láctea, nuestro hogar en el espacio.
Recorriendo sus calles, el encuadre en la oscuridad, el jugar con la Iso, el enfocar manualmente. La belleza del resultado.
Entre sus calles este paraje nos recuerda que ahí arriba, hay un cosmos por conocer, pero las ciudades y su luz se encargan de esconder.
En algún lugar, en algún punto del universo, quizás, solo quizás , haya algo observando su inmensidad con la misma curiosidad con la que lo hago yo mismo.
Hasta aquí el paseo, espero que hayáis disfrutado con el recorrido, desde lo más profundo de la tierra hasta la fronteras más ansiada del ser humano, la tierra y las estrellas nos llaman, estamos hechos de cosmos...
Si te gusto el video no dudes en suscribirte al canal, poco a poco iré nutriendolo de contenido.
Hasta pronto decadentes....Os espero en la siguiente entrada del blog...
