sábado, 30 de septiembre de 2017

La Maternidad "emparedada".




Hace unos años tuve la oportunidad gracias a una persona extraordinaria en todos los sentidos de acceder a un lugar que visto desde el exterior nadie diría que existía. Escondida bajo otra apariencia y otro uso bajo una máscara de una actividad muy diferente se halla una maternidad entre muros sellados con ladrillos y alejada de cualquier visitante.
El lugar es francamente extraordinario, hace retornar al pasado en cuanto accedes por la puerta de metal que desvela su secreto, mezclado con enseres de otras actividades se hallan las habitaciones con su disposición original, el nido... un recorrido por el pasado por el que espero disfrutes tanto como lo hice yo al recorrer sus estancias.






En los rincones más insospechados se mezclan las más extrañas simbiosis de elementos de diferentes usos del lugar. 



Dos plantas son las que componen el total de las instalaciones que perduran, con varias comunicaciones entre si mediante escaleras.




Uno de los pasillos de habitaciones de la maternidad, las persianas que dan a la calle están totalmente bajadas.



El "nido" donde las enfermeras se encargan de los cuidados de los bebés recién nacidos.




Otro detalle del nido...



Una de las habitaciones, mas estrecha, es posible que fuese un lugar de almacenaje, aunque sin mobiliario es difícil de discernir.




Otro de los pasillos de las habitaciones, estas seguramente fueran con un gran ventanal de cara al pasillo.



Las bombonas de oxigeno... oxido y corrosión las atacan con el paso del tiempo. 



Un Pasillo... como tantos de cualquier edificio con grandes dimensiones...



Las escaleras, con su pasamanos intacto.



Accesos tapiados, almacenes improvisados...



Detalle de las bombonas...




Al caer la oscuridad los pasillos y paredes crean una atmósfera "peculiar".



La capilla.


La capilla llena de butacas y restos de material de obra.



Asientos sobre un suelo finamente pulido, dispuestos en hileras.


Desafortunadamente no se pueden dar más detalles del lugar espero hayáis disfrutado del recorrido y... ¡¡¡Os espero en la próxima entrada!!!!!



sábado, 16 de septiembre de 2017

Leprosería, Un viaje al pasado cercano.



Aprovechando una visita que hicimos para otros menesteres, pude entretenerme en plasmar la decadencia de un lugar increíble, abrió sus puertas en 1943, hace más de un año que pudimos recorrerlo, con tranquilidad y pausadamente. Disfrutamos de cada uno de sus rincones y nos sorprendimos de su espectacular estado de conservación.   Acompáñame por sus pasillos ahora desiertos que se mantienen aún intactos de pintadas y de vándalos.



Tres crucifijos encima de una mesa , todos diferentes, solamente iluminados por una ventana con su persiana bajada.




Uno de los pasillo de la entrada, con una cámara que dispusimos para otros fines.



Una mesa, dos sillas y un cenicero en el pasillo. ¿Lugar de reunión y tertulias tras el cierre?



Un colchón de una de las habitaciones en el pasillo. los Baldosines verdes tildan la luz al reflejarla de un ambiente especial.



Uno de los pasillos que más inquietaban, la luz al final la penumbra en su inicio.



El estado de los techos como es natural es inquietante, siempre hay que llevar cuidado y cuidar por donde se pasea.



Puerta de salida a los jardines, la lámpara aun cuelga del techo, el armario de madera invita a no ser molestado.



Uno de los cuartos de baño, aun con sus cortinas y los accesorios en la pared, da gusto encontrar lugares tan preservados.



Una pila de revistas médicas, contrasta con otra que reza en su portada: "Tu suerte signo a signo".




En la pared a la espera de ser utilizado de nuevo. 



Material sobre la mesa, "porrones" y un cinturón de cuero, en una de las etiquetas esta inscrito: suero fisiológico.



Una inscripción de agradecimiento de uno de los pacientes a sus cuidadoras y cuidadores.




Radiología.



Una imagen que me sacaron en una de las tareas que fuimos a acometer.




El exterior de las instalaciones.


En esta ocasión no habrá segunda parte del fotoreportaje.
¡¡¡¡¡¡te espero En la siguiente entrada!!!!

sábado, 9 de septiembre de 2017

La Marina. El sanatorio más icónico de Madrid. Tercera parte.



El recorrido fue tranquilo, salvo en un par de ocasiones en las que tuvimos que parar y ocultarnos de la vista de las ventanas por escuchar ruidos en el exterior. Algunos de los chalets están realmente cerca de las instalaciones, lo que trae el sonido de la vida exterior a los pasillos vacíos y abandonados del sanatorio. La sugestión puede jugar una mala pasada en este caso ya que hay voces que se cuelan perfectamente claras en las diáfanas habitaciones, incluso en las plantas altas. El encanto del lugar es incuestionable, la madera de sus dinteles habla de una época más esplendorosa, pero ya extinta. Las vistas desde la parte alta de la sierra madrileña son espectaculares, habría que remontarse a los años 50 cuando comenzó su actividad e imaginar los pueblos de la zona aún no tan urbanizados para sentir la sensación de tranquilidad y aislamiento del sanatorio.




Lo poco que queda del quirófano con el sistema de iluminación destrozado nos da la bienvenida a una de los lugares donde la tensión entre la vida y la muerte era la normalidad en las intervenciones.



El cartel en el dintel de la puerta, Pintado sobre la madera.


                                        

Nos encontramos en una de las habitaciones con esta pintada, de lejos y por el color podría parecer algo macabro ....



      

Trapos y guantes manchados por el suelo no dan buenas sensaciones....




Caso resuelto, pintura roja, el tapón del bote utilizado en una habitación contigua junto con un guante lo aclaran todo. Pintadas como esta solamente aumentan la leyenda urbana acerca del lugar.




las escaleras contra incendios, puestas a posteriori.




Escalera de subida con un montacamillas a su izquierda y la cristalera en su frontal, para aprovechar la luz natural.




Una de las habitaciones, con balcón, ya que la idea y propósito primigenio de la construcción del sanatorio era la lucha contra la tuberculosis.




La zona de la derecha en la entrada parece ser una sala de espera o cafetería que en su dia estuvo delicadamente ornamentada.




 Bandeja de comida en el suelo cubierta del polvo de los años, aún se encuentran enseres de todo tipo usados en las instalaciones.




Quién o qué será esta niña?




Una sandalia del personal hospitalario olvidada, como si hubiera salido corriendo su propietario y se hubiera quedado  esta atrás en el tiempo.




Cámaras frigoríficas... 




Un pasillo en el que aun de dia sin la linterna no se hubiera podido avanzar dos pasos.




Lavaderos entre las sombras.




Instalaciones contiguas a las cámaras de frio....




Vista frontal de las calderas, el declive de estas es ya excesivamente evidente.




Una de las salidas a las terrazas superiores, una auténtica delicia para la vista el paisaje que puede observarse.




Aun están en las paredes los dispositivos de llamada a la enfermería...



¡¡¡Espero que hayas disfrutado, te espero en la próxima entrada del blog!!!!

Para cualquier duda o si quieres ponerte en contacto ...  raul.barranco.garcia@gmail.com