sábado, 12 de agosto de 2017

Portugal. El pueblo de los 20 Sanatorios. Tercera parte.






Pasear por las calles del pueblo para ir a de un punto a otro, aunque nos hospedamos a más de 20 kilómetros, era una auténtica delicia. Rodeados de montañas con calles empedradas y un bosque majestuoso en la sierra. Había que visitarlo todo, o al menos lo máximo posible. La noche la dejamos para otros menesteres dentro de los edificios, pero durante las horas diurnas fue sorpresa tras sorpresa al recorrer cada pasillo cada estancia cada recoveco de los antiguos sanatorios.
Al final logramos encontrar parte de la maquinaria usada para el radiodiagnóstico.

Si quieres saber más de la historia te recomiendo ver las entradas anteriores.




un interruptor tan ajado por el tiempo que no me atreví a tocar por miedo a que se deshiciese.




Estas puertas, que estaban cerradas con candados oxidados hacen volar la imaginación sobre lo que hay al otro lado, situadas en una cámara amplia en un lugar apartado del centro de mayor actividad y con un cableado de mayor potencia eléctrica ... ¿Podría ser la morgue? No pudimos comprobarlo.




unas botella de por lo que parece por su marcado verde Argón y otra de acetileno por su forma y su etiqueta roja con gran cantidad de oxidación nos dejaron la pista de que quizás en estos pasillos hubiera conductos de tuberías o estructuras metálicas antes de su desmantelamiento. ya que son usadas para soldadura y corte.




Un pasillo exterior con salida a la terraza principal, cascotes, hojarasca trozos de botellas partes de mobiliario hacen que el antes bello suelo de madera sea casi invisible.




El ascensor, personalmente me encanta esta fotografía, los mandos interiores de palanca hacen que visualice un ascensorista en su interior, preguntando amablemente a que planta se dirige cada ocupante.




Detalle de la antigua caja de pulsadores de llamada.




Por fin un cartel nos condujo a una de las salas de radiodiagnóstico.





Una máquina de RX de tórax aun conectada a los controles nos dió la bienvenida al cruzar la puerta, el estado de conservación era bueno al, fondo un radiador en la esquina se ocupaba de que la estancia fuera climatizada.




Detalle del conexionado el estado de conservación de la maquinaria.




En la zona exterior otra jarra de hierro vitrificado aguardaba a volver a ser utilizada.




Pasillo de la planta superior.. ¿Te atreves a cruzarlo en la cuarta entrega?






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